Cuidemos el talento femenino

 

“Si tenemos tres o cuartos entrenadores certificados de los 40 equipos (19 de la primera división y 21 de la categoría de plata) del torneo femenino son muchos”, comentó Luis Vásquez directivo de FVF y presidente de la Comisión de Fútbol Femenino, en la 1er Congreso Sudamericano de Fútbol Femenino, una iniciativa de la Universidad Virtual de Venezuela (las ponencias están Facebook). Esa frase refleja una realidad dolorosa en el balompié femenino y es que son pocos los entrenadores con todas las herramientas para guiar el talento de las guerreras.

 

A esto hay que sumarle que la jugadora venezolana suele empezar muy tarde en la práctica del fútbol, ya que lo hace desde los 11-12 años. Lo ideal es que hubiese una estructura (escuelas o academias) donde dieran sus primeros pasos desde los cinco o seis años, como en el masculino. Pero para eso también debe haber entrenadores capacitados en los aspectos técnico, táctico, físico y psicológico para tratar como se debe a la futbolista. Eso va a ayudar a la profesionalización de la jugadora.

 

La pandemia de la COVID-19 puso en pausa la creación de la Superliga Nacional, donde los 40 clubes que hacen vida entre la Liga FutVe y la AC2 FutVe estarán obligados a sacar equipos profesionales. Habrá que esperar que la situación se regule para ver luz al final del túnel, porque por los momentos la curva no parece aplanarse en el país. También se debe dar un trato mejor en lo económico a la jugadora. En el conversatorio Vásquez reveló que los clubes se llevaron las manos a la cabeza cuando se les pidió que les pagaran 10 dólares a las jugadoras, en las anteriores ediciones de la Superliga. Esa cifra les pareció una ofensa y un atentado ante su estabilidad financiera, pero Vásquez recordó que lo mínimo que se le puede pagar a un juvenil en el masculino son 600 dólares. Qué cosas, ¿no?

 

Otra cifra que me quedó grabada fue la de 4.800 técnicos en el Sistema Comet (Sistema Experto de Gestión de Competiciones), pero solo 450 estaban certificados. Por eso en muchas ocasiones al filial de los equipos femeninos llega el que “muestre interés”, pero no el “más preparado”. Las alarmas saltan, pero da cierta tranquilidad que la Federación Venezolana de Fútbol esté dando charlas y que la Conmebol le aprobara otorgar certificados online. Estas son para los entrenadores registrados en el Sistema Comet de las Asociaciones de Fútbol. El primer ciclo fue de fútbol femenino y no solo contó con ponentes criollos, sino que estuvieron: brasileños, argentinos y uruguayos.

 

El directivo reveló que la Conmebol solicitó entre dos o tres mujeres en cada cuerpo técnico. Lo ideal es que fuese un proceso orgánico, pero en Sudamérica, al igual que los niños malcriados, funcionamos por obligación. Las medidas impuestas suelen ser odiosas, pero cuando uno ve que la norma del juvenil en 2007 no era muy bien vista por todos los clubes, pero que hoy en días la venta de esos jóvenes sostiene económicamente a esas instituciones, sin olvidar que tan solo una década después de esa medida la selección nacional fue subcampeona del mundo sub-20. Entonces no está mal, que así sea obligado, se les abra las puertas a las mujeres en los banquillos.

 

Si hablamos de los cuerpos técnicos, sin ahondar en su preparación académica, suelen ser muy cortos. Dos o tres personas. En pocas ocasiones ves a una nutricionista o un psicólogo deportivo dedicado al equipo femenino. ¿Analista de video? En muchas ocasiones es solo un deseo, más que una realidad. Otro aspecto son los espacios donde entrenan y juegan las futbolistas. Muchas veces el equipo profesional femenino queda supeditado a lo que hagan las inferiores masculinas del club. Por ende, terminan jugando o entrenando en horarios incómodos o poco recomendados para la práctica del fútbol.

 

Y a pesar de todas estas trabas, cada semana se confirma una o dos jugadoras que emigran. Muchas de ellas a España, ya sea a la primera (Liga Iberdrola) o la categoría plata (Reto Iberdrola). Otros consiguen becas en los Estados Unidos o migran a otros países sudamericanos como Ecuador o Brasil. Pero para que la producción de este talento no cese y la selección nacional siga dando alegrías es imperante cuidar este talento. Si Arturo Uslar Pietri hablaba de sembrar petróleo, diré que debemos sembrar fútbol femenino. Para que no solo haya una “Deyna Castellanos”, una “Daniuska Rodríguez” o una “Oriana Altuve”, sino que surjan a raudales atletas con esa calidad.

 

Otro tema que hay que tocar, por más que soy un defensor de hacer que el debate gire en torno al juego, son las denuncias de discriminación en redes sociales. En balompié masculino muchas de las polémicas giran alrededor de luchas de cuotas de poder, enredos –y comunicados– que se multiplican mientras más se acercan las elecciones en la FVF. Pero este tema para mí no entra en el saco de la “polémica”, sino en el de la ética. Uno que aunque no traiga el placer que da hablar del juego, la razón te ordena a visibilizarlo.

 

Aclarar que en esta tribuna se está en contra de cualquier tipo de discriminación y estamos en contra del: racismo, homofobia y xenofobia. Me tomo el atrevimiento para decir que las personas que conformamos la familia de Balonazos también rechazamos eso pensamientos. Las denuncias que habla fueron por parte de Alejandra Blasco, ex psicóloga deportiva de la Vinotinto, y Bárbara Serrano, ex jugadora de la selección nacional. Ambas acusaron haber recibido maltratos por sus preferencias sexuales.

 

Primero que todo, hay que aplaudir el valor, porque nunca es fácil hacer ese tipo de denuncias. Muchos caen en el “espiral del silencio”.. Lo otro es tener la empatía que este tipo de acusaciones no se hacen al voleo y sin fundamentos. Estos casos de discriminación se dieron en el entorno de la selección nacional y los acusados son personas de los cuerpos técnicos. El derecho me lleva a esperar la réplica de los señalados, para respetar el principio jurídico de la presunción de inocencia. Siempre hay que escuchar a las dos partes. Aunque en el derecho se dice el que la calla, otorga.

 

Habrá que estar atento si las respuestas son desconociendo esas acusaciones o reconociéndose culpables, por lo que se esperaría, por lo menos, una disculpa y que se hagan cargo, de forma responsable, del daño que pudieron generar, que en algunos casos fue a jugadoras menores de edad. Lo único positivo de este tema tan escabroso, pero que es necesario visibilizar para que no se repita, es que Blasco aclaró que con los nuevos cuerpos técnicos este tipo de actitudes son cosas del pasado. Da cierto alivio saber que hoy en día hay un ambiente sano en la Vinotinto para cumplir ese sueño que es ir a Australia y Nueva Zelanda 2023.

 

Para cerrar, quiero recordar el tema de mi columna de la semana pasada. Aún espero que los atletas, como factor social, repliquen el mensaje de conciencia para evitar males mayores con el nuevo coronavirus. Cada vez hay más gente en la calle, sin importar que sea semana de cuarentena radical, y la gran mayoría no toma los recaudos necesarios. No hay que esperar que conozcan un caso grave para ser precavidos, porque en ese punto ya será demasiado tarde. Al mejor estilo del Real Madrid que bombardea el área de centros, con o sin razón, todas las personas con alcance comunicacional deberían bombardear de mensajes de conciencia. 15 segundos al día pueden salvar vidas.

 

Comentarios a @lvilchez8