La Acrofobia en la zaga de la selección Vinotinto un mal a corregir

 

 

Luis Vílchez / @lvilchez8.- La Acrofobia es un término que deriva del griego: akra (altura) y fobia (miedo). Esta patología que genera vértigo a las personas al momento de asomarse en un balcón en un piso elevado o en un elevador panorámico. En el caso de la selección nacional es el nerviosismo que sucede en el área, cuando el rival ataca por los cielos. Contra Perú se vio otro episodio más de esta serie de suspenso.

 

Cualquier balón que osa dejar de tocar el césped y llega por los aires se vuelve un bombardeo letal, incluso Wuilker Faríñez se unió al club del pánico. La explicación no va desde la estatura, porque con Mikel Villanueva y Jhon Chancellor, ese no debería ser problema. Incluso Chancellor se lució al secar a Paolo Guerrero; sin embargo, aunque tuvo buenos lances, se extrañó la salida en limpio de Yordan Osorio. Pero el de Vitoria de Guimaraes también sufre con los centros y no por falta de centímetros.

 

La gira Norteamérica dio el diagnóstico y el gran padecimiento de la Vinotinto de Rafael Dudamel eran los balones cruzados. Cada centro, tiro libre o córner da la sensación de peligro, pero por desconcentraciones y mal marcaje. Si no cabecean a la primera, en el rebote te dan un susto.

 

Muchas incertidumbres en una acción del juego tan puntual y muchas ventajas para los rivales. Perú no capitalizó, dos de ellas por el VAR. Pero el deber es corregir estos errores mentales y de concepto para el resto de la Copa América y, en especial, en el camino a Catar.