Chucho Ospina: “El relator de Mineros”

Las historias de Mineros y del estadio Cachamay  pueden ser mejor contadas de viva voz que de forma escrita. Para el relato de toda la trascendencia del primer equipo de fútbol bolivarense y su trajinar en el estadio Cachamay, como en todas las canchas del país, nadie más idóneo que Aristóteles Ospina Mendoza, mejor dicho “Chucho”.

Cuando a nadie se le había ocurrido instalar ese artilugio de las transmisiones remotas, llamado línea muerta, apareció “Chucho” Ospina. Desde entonces, ha sido la voz que ha identificado por más de 26 años a Mineros de Guayana, tanto en las buenas como en las malas.

Todo ocurrió a partir de año 1981, cuando a este colombiano,  que traía la escuela del buen quehacer de la radio del vecino país, se le ocurrió probar suerte en un territorio que pintaba promisorio. Había incursionado por Barinas en 1975, motivado por el nacimiento del Atlético Zamora, aunque tuvo la corazonada de que el norte de su destino estaba en el sur.

Para entonces. Nada mejor que Radio Caroní, un portento de emisora,  dotada con los mejores recursos técnicos de la época y una preeminencia en la audiencia que la hacía imbatible en sintonía.

Otro liderazgo natural lo ejercía el diario El Pueblo, en el que laboraba su paisano Carlos Lajud Catalán, un versátil periodista costeño que manejaba muy bien el oficio de la crónica deportiva y tenía mucha cancha en el comentario futbolístico.

Fue el “bachaco” Lajud –quien años más tarde retornaría a Barranquilla para morir acribillado por el sicariato político, con quien “Chucho” realizaría sus primeras incursiones en la radio guayanesa.

Otros que alternarían con Chucho, desde diferentes emisoras y escenarios,  con el correr de los años, siempre como narrador de Mineros, fueron Rodolfo Enrique Sarmiento, Kike Rosales, Fernando Matamoros, Livio J Vergara, Ramón Tony, Hugo Illera y, en los últimos tiempos, Iván García Marrero y el profesor Manuel Trujillo Romero. Una mención especial para el apoyo que recibe en la parte técnica de un perito en las transmisiones remotas como Carlos Gómez Acero.

La grandiosa temporada 88-89 en la que Mineros se hizo campéon pudo llevarla a través de radio Puerto Ordaz, aunque después pasaría por Radio Canaima, Radio Cachamay, Radio Mundial 880 – hoy Radio Venezuela- en la que permanece desde 1993, en una muestra de estabilidad pocas veces vista en un productor independiente en el terreno siempre escabroso del entendimiento con los propietarios de las estaciones.

La existencia de Mineros está indefectiblemente vinculara a la voz de “Chucho” Ospina. En la trayectoria del relator existen un montón de anécdotas, siempre  hilarantes,  de aquellos días en los que no existían sistemas celulares que hoy simplifican las conexiones, pero que a la vez han ido en detrimento de la calidad de las transmisiones de radio.

Todas aquellas vicisitudes “son historia”, afirma el viejo “Chucho”.

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Hoy “Se estremece la Guayana y se desborda el Caroní”, como ayer con tus celebraciones por los goles de Mineros de Guayana.

Fue, SIMPLEMENTE CHUCHO”, profesional a carta cabal, amigo como pocos.

Gracias por tanto, hermano.