Cuidar a David Martínez

 

La “Joya”, así le dicen a David Martínez. Los que lo siguen desde la cantera del Monagas SC hablaban de él con un brillo en los ojos. La devoción al muchacho de El Tigre generaba, como mínimo, curiosidad. ¿Era realmente tan bueno? En los torneos juveniles de 2021 se presentó en la capital, en los torneos de categorías menores. Incluso con la celebración en la cara de varios presidentes de clubes de la Liga FUTVE, como reseñó de muy buena forma Christian Delgado para El Estímulo. En el curso 2022 debutó como profesional, se tomó un cafecito en la Fase 2 de la CONMEBOL Libertadores y disputó 26 encuentros, 16 de ellos como titular. Marcó cuatro goles, un par de ellos en Pueblo Nuevo. Incluso ejecutó un remate en la tanda de penales en la final ante Metropolitanos.

El primer 2006 en marcar en América. En el Sudamericano sub-20 dijo presente en ocho partidos (377 minutos), cinco de ellos de titular. Para la cita sub-17 fue capitán, casaca “10”, referente y novio de la madrina. Sus registros fueron ocho cotejos (637 minutos) y cuatro goles. Para analistas internacionales fue una de las grandes figuras del torneo junto a Claudio “Diablito” Echeverri y Kendrys Páez. Sí, a la par de la nueva promesa de River Plate que entrenó con la Scaloneta la pasada fecha FIFA y del niño sensación de Ecuador que su futuro está ligado a Chelsea. Ahora Martínez regresa a un Monagas que es tercero en la Liga FUTVE y que competirá en el concierto internacional contra: Boca Juniors, Colo Colo y Deportivo Pereira.

Al final de año tendrá el Mundial sub-17. En el medio el Torneo Maurice Revello y en la madrugada de 2024 no se descarta un llamado al Preolímpico, a pesar de solo tener 17 años. ¿La absoluta? No se descarta que vaya en rol de sparring, más que una opción de entrar en acción con Fernando “Bocha” Batista. Con David Martínez el hype no es poco y ni en balde. Es un tocado por la varita. Un diferente. En lo personal me cuesta mucho controlar la ilusión y no sobrecargarlo de presión. Para mi es Jimi Hendrix, pero en vez de con la guitarra con el balón. Un niño que disfruta jugando a la pelota. Porque este oriental no practica fútbol, sino que, como dicen en el sur, juega a la pelota. Pero lo más importante hace que sus compañeros jueguen a la pelotita.

Tímido y de verbo preciso. Esos que son un terror para los periodistas al declarar con monosílabos, aunque Ecuador aprendió a estirar las respuestas. Con peinado de The Jackson 5 y rostro, casi siempre, de jugador pensativo, al mejor estilo del Diente Roto de Pedro Emilio Coll. Su carácter es taciturno, pero deja una impresión  diferente cuando en la RRSS de Monagas le hacen publicidad a su cara con una sonrisa, de paso es contagiosa. Si David está feliz, todos deberíamos porque es fútbol en estado puro. Un jugador con carisma. Si tuviese un antepasado europeo, ya el combo estaría completo para darle rienda suelta al sueño europeo.

Pero hay que controlarse. Si me dejo llevar por la euforia diría que será heredero de: Luis Mendoza, Stalin Rivas y Juan Arango. Las tres zurdas prodigiosas de la Tierra de Bolívar. También quisiera decir que será el primero en asentarse en un gran club Europeo. Sin embargo, la realidad no es así. Primero hay que rezar todas las noches dos Padres Nuestro y un Ave María para que no tenga una lesión de gravedad. Luego orar para que su entorno, su agente y su club escojan con mucho cuidado su próximo destino cuando salga de Venezuela. Ante este nivel de expectativas desenfrenadas, para muchos sería un sacrilegio una escala en la MLS o todo lo que no sea ir a Europa, pero la Occidental, esa que es la única que existe para el futbolero más exigente. Pero debe ir paso a paso. Sin caer en fuera de juego por el dinero.

Prensa, aficionados, directivos y gente de fútbol de Venezuela, nuestra tarea es cuidar a David Martínez. No ponerle en sus espaldas la responsabilidad de ser el Mesías que venga a solucionar años de frustraciones, lo escribe un devoto del talento de este chamo de El Tigre. Mientras el disfrute de jugar a la pelotita y vaya a ligas que lo obliguen a exigirse, todo estará bien. Aunque el mensaje no es solo cuidar a la “Joya” Martínez, sino a todos sus compañeros de la sub-17, pero también de la sub-20 que tenían mucho talento, pero no fueron bien gestionados por Fabricio Coloccini. No todos llegarán a tener una carrera como profesionales, muy pocos se consolidarán en la Vinotinto adulta, porque así es el fútbol. Lo seguro es que ninguno cumplirá nuestras expectativas si nuestra vara de medir es que sea Vinicius Jr o nada.

Tiempo al tiempo, para ver florecer el talento criollo, que ahí está. Tuvieron que venir de afuera para estamparlo en nuestro rostro: no somos menos que nadie. También mucho más Carpe Díem, como cura al inmediatismo, ese que nos hace querer llegar a la meta antes del pistoletazo de salida y nunca terminar el maratón. Eso también aplica como sociedad en esferas diferentes al fútbol. El día que descubramos que el viaje es la recompensa, como dijo el “Maestro” Tabárez seremos un poco más felices y más libres de la dictadura del resultadismo, esa que promueve un solo exitoso y el resto los tilda de fracasados.

PD: Muchísimas gracias al señor Ricardo Valiño. Su nombre no me sonaba ni por asomo. Su vínculo con Zacatepec hace hilar fino y pensar que en la decisión de Jorge Giménez pesó un consejo de Nicolás Fernández de Caleya, presidente del Monagas y que firmó en su momento una alianza con los “Cañeros”. Este DT argentino, con dilatada carrera en suelo azteca, hizo como Julio César: vino, vio y venció. Su discurso, autocrítico y realista, llenaba de ilusión. Posiblemente nunca lea estas líneas, pero este “desconocido” se ganó el respeto de un país en cuestión de semanas. Siempre gracias, Valiño, porque en Venezuela lo que más escasea no es el agua, el gas, gasolina o dólares, sino alegrías. Este señor nos brindó una y ya trabaja para que no sean anecdóticas.