De Bello a Dudamel la historia de la “U”

 

Al leer este titular muchos se pueden preguntar ¿Qué tiene que ver el uno con el otro? La verdad que no tiene relación directa, más allá de ambos ser venezolanos y que en instituciones diferentes (aunque en el inicio de la historia del equipo de fútbol era parte del ente educativo hasta 1984), pero con el mismo nombre (lo conservaron, así como sus colores), dejaron (y han dejado) algo importante para realce de no solo del país austral, sino de Venezuela misma, por tener dos baluartes en sus especialidades y áreas que le brindaron algo grandioso para ser recordados por la Universidad de Chile en su historia.

 

Siendo un poco bíblicos, podría decir que Andrés Bello representa el génesis de la “U”, al ser no el creador, pero si el fundador de esa grandiosa casa de estudios y Rafael Dudamel el apocalipsis, porque llegó en un momento en que el club de fútbol se encontraba purgando hacia la condenación de su historia deportiva, con monstruos de cuatro cabezas que se les aparecían en el camino para llevarlos al infierno (de la segunda división chilena) y él llegó como un ángel tocando trompetas para liberarlos del mal y mostrarles la gloria (Libertadores).

 

Si, creo que exagere un poco, pero habrá que preguntarle al fanático del azul o a los que estuvieron involucrados con el club y que les duele si no vivieron su propio infierno y agonía, estrés y agotamiento por la situación que vivía a diario el equipo con el fantasma del descenso. Y la alegría que sintieron y alivio por ver sus almas llegarle al cuerpo, tras no solo su permanencia, sino también su clasificación a la Libertadores.

 

Por un lado, hablar de la educación venezolana es sinónimo de Andrés Bello, quien entre sus obras literarias destaca la gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Formó parte del proceso revolucionario del 19 de abril de 1810, que abrieron el camino hacia la independencia de Venezuela. En resumidas cuentas, el buen culto y trato al idioma castellano se lo debemos a este intelectual.

 

Andrés de Jesús María y José Bello López nació en Venezuela el 29 de noviembre de 1781 y murió en Santiago de Chile el 15 de octubre de 1865, a la edad de 83 años. Fue filósofo, poeta, traductor, filólogo, ensayista, político, diplomático y humanista venezolano, además de ser uno de los mentores de la educación del padre de la patria, Simón Bolívar. En 1953 se fundó la Universidad Católica Andrés Bello en honor a su nombre, mientras que en 1998 se adoptó su nombre a una universidad privada en Chile.

 

Fue Andrés Bello uno de los fundadores de la casa de estudio. Después de tener 13 años viviendo en Chile, llegó a la “U” en 1829 y fue el responsable de pronunciar el discurso de instalación de la universidad el 17 de septiembre de 1843. El humanista sería nombrado el primer rector y se encuentra en una importante lista entre los profesores más destacados en su historia en el área de derecho y humanidades. Le dedicó sus últimos 23 años de vida, hasta su fallecimiento a una de las más grandes universidades, que ha visto pasar por sus salones a más de 20 presidentes de la república de ese país, que le concedió la ciudadanía al nuestro.

 

Por el otro está Rafael Dudamel, un exfutbolista que durante muchos años le brindó grandes alegrías a Venezuela desde el arco, no solo con la selección nacional, con quien también vivió sus momentos más amargos, sino también a nivel internacional con clubes, donde rozó la gloria en 1999 con el Deportivo Cali en la Copa Libertadores de América, donde fueron subcampeones continentales.

 

Después de una larga trayectoria como jugador, a Rafael Edgar Dudamel Ochoa (48 años) le llegó el momento de colgar los guantes y guayos, para seguir de corto, pero ahora enseñando lo que aprendió durante sus años de futbolista. Y sus logros están marcados, algunos con letras doradas, como la consecución del subcampeonato mundial con la Vinotinto en la categoría Sub 20. El momento más importante para el fútbol venezolano, contó con sus movimientos tácticos y con una gran generación de talentosos jugadores, quienes se unieron con un grandioso cuerpo técnico para darle a Venezuela momentos de euforia, que serán recordados en la historia.

 

Su llegada a la Universidad de Chile vino precedida de un ligero fracaso en su paso por Brasil. Y su comienzo con el azul era bastante espeso, por un ambiente muy caldeado, negativo y con muy poco margen de error, lo que le llevaba a tomar decisiones correctas y a asimilar los tropiezos de manera rápida, porque el fantasma del descenso rodeaba como una sombra, con cada punto perdido la cruz se hacía más pesada, mientras que los triunfos apenas si les dejaba también tiempo para disfrutarlos, por el exigente calendario de competición.

 

La “U” solo ha descendido una vez en su historia, fue en 1988, después de 50 años ininterrumpidos en primera división, donde ganó en ese lapso 7 títulos. Tras su regreso a la máxima categoría en 1990 ganó once veces el campeonato de su país, que lo llevan a ser la segunda institución más ganadora de Chile con 18 conquistas, solo superada por Colo Colo que tiene 32. Por ello, un club tan grande en el fútbol austral no podía perder la categoría, y para el colmo, los dos más laureados estuvieron en jaque toda la temporada, aunque al final sacaron su historia a relucir, para terminar ambos asegurando su permanencia.

 

Fecha a fecha Dudamel fue tomando algunas decisiones que llevaron incluso a históricos en el club a ser relegados por sus bajos rendimientos, hasta encontrar sobre el final el once que los llevó no solo a mantener la categoría, sino al tercer lugar que le garantizó una vez más su presencia en Copa CONMEBOL Libertadores. Después de grandes tormentas, donde incluso algunos medios cuestionaban su continuidad, el estratega sacó la casta y sus muchachos lograron responderles.

  

Del histórico momento de Andrés Bello en 1843 al de Rafael Dudamel en el 2021 han pasado 178 años, toda una vida, donde Venezuela sobrevivió a dos dictaduras (la de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez), ha tenido que lidiar con una crisis social y política que nos han llevado a una hiperinflación en los últimos años y a pasar de ser uno de los países más ricos del continentes, en vías de desarrollo, a uno de los más pobres del mundo, con una pandemia además que ha agudizado el sistema de salud, mientras la educación por la que tanto luchó el gran filósofo, cada día se encuentra más golpeada, por el trato que reciben sus maestros actuales, a quienes se les debe admirar la valentía para ir a un aula a seguir enseñando con tantas necesidades y maltratos de parte de los gobernantes.

 

Gracias siempre Andrés Bello por lo que logró en el sistema educativo, pocos pueden desconocer su historia. De igual manera gracias, Rafael Dudamel, porque su logro, a pesar de ser muy suyo y su cuerpo técnico, también es el de todos los venezolanos que sueñan con llegar lejos en el fútbol y en la vida, que necesita que personajes como el del entrenador les abran las puertas del mundo y dejen el mensaje que los nuestros, independiente del rol que represente, tiene talento, capacidad, creatividad y deseos de superación para ser tomados en cuenta.

 

Puede caer bien o mal el entrenador, por su carácter que para muchos puede ser chocante, pero no por ello hay que celebrar su revés, porque su fracaso puede repercutir en otros que desean seguir sus pasos. Por eso, sin ser pro Dudamel, pues el contacto entre este servidor y el estratega no ha existido casi nunca, ni siquiera cuando dirigió a nuestra amada Vinotinto, pero no por ello no dejo de celebrar sus triunfos, porque sé lo que significa para todos nosotros los que amamos y luchamos por nuestro fútbol su crecimiento personal, como el de Cesar Farías en la selección de Bolivia o de cualquiera de los entrenadores en el resto del mundo, como en su momento también lo hiciera el emblemático Richard Páez.