El balance de la Selección Vinotinto en la Copa América Brasil 2021

 

Luis Vílchez @lvilchez8.- La noticia del contagio masivo condicionó la actuación de la selección nacional en la Conmebol Copa América Brasil 2021, por lo cual el análisis pasa por el mismo filtro. Quedará de parte de los encargados explicar por qué Venezuela es el único combinado nacional en sufrir un brote de Covid-19 tan amplio –se vio en clubes como River Plate o Águilas Doradas, pero en ningún otro equipo de Eurocopa, de Sudamérica u otra confederación. Antes del primer partido el pronóstico era de tragedia, pero en el andar sacaron un fuelle competitivo que la no clasificación, lógica en el contexto, dejó un sabor amargo en el entorno del fútbol que se ilusionó en unos cuartos de final.

 

En un primer momento, antes de que los tapabocas fuesen indispensables en las salidas a la calle y el alcohol/gel antibacterial fuese un habitual en los bolsillos junto a las llaves y el teléfono, la primera fecha de marzo en 2020 iba a ser mucho de la herencia de Rafael Dudamel y poco de la mano de José Peseiro. Luego del mes de preparación, en la Copa América de Colombia y Argentina se iba a ver el sello del portugués. Todo eso cambio y sobre la marcha el ex DT del Porto tuvo que adaptarse. Aprendió a nadar a mar abierto y sin flotadores en la eliminatoria más complicada del mundo, por la calidad de los jugadores y la dificultad de plazas como La Paz o Barranquilla. En 2021, y ahora en Brasil, con menos tiempo, pero con cuatro partidos asegurados, podría afianzar lo que había trabajado. Pero otra vez la respuesta del destino fue no.

 

De ahí lo grave del contagio masivo, se perdió una oportunidad única antes de una seguidilla de partidos: 12 en menos de ocho meses. Sin los llamados titulares o la primera opción para Peseiro, el torneo tomó otro cariz. Competir dignamente era el mensaje. Si bien el relato épico contará el aporte de más de 10 jugadores que tomaron un vuelo a última hora, previo al choque ante Brasil, de este lote solo tuvo acción Francisco La Mantia y en el primer momento que el portugués pudo contar con José Manuel Velázquez, relegó al mundialista sub-17 al banquillo. No hizo grandes sustituciones a la lista original, a la espera de que los experimentados llegaran al partido contra Perú. Apuesta que le salió cruz.

 

Antes de ese juego contra Perú tuvo que medirse ante: Brasil, cayó 3-0; Colombia, empató a cero; y Ecuador, dividió honores 2-2. En dichos encuentros mantuvo el esquema de tres centrales, pero no en un 3-2-4-1 como ante Uruguay con carrileros muy proyectados. En suelo amazónico se vio un 5-4-1 bastante defensivo, un planteamiento coherente y pragmático tras el naufragio. En estos partidos contra los leones varios jugadores alzaron la mano y otros se ratificaron. El tridente defensivo del Deportivo La Guaira fue parte de los que dijeron presente en voz alta. La Mantia y Adrián Martínez, no sufrieron de pánico escénico, sino que rindieron de buena forma. En el caso de Yohan Cumana hubo más lunares, pero como carrilero zurdo rindió lo suficiente para ser tomado en cuenta y pulir su labor.

 

 

Tanto Bernaldo Manzano como Edson Castillo, MVP ante Ecuador, sacaron la cara por la Liga Futve en la sala de máquinas. Si bien Peseiro los tenía en sus llamados, le confirmaron en cancha que están listos para ir a la guerra si les necesita. Pero, sin lugar a duda, el “Soldado Universal” fue José Andrés “Brujo” Martínez. El zuliano estaba en la órbita de la Vinotinto desde el ciclo de Rafael Dudamel, pero en Brasil se ganó el corazón de la afición. Un volante “8”, que juega de “5” en el Philadelphia Union, tuvo que ejercer de extremo y hasta una asistencia concretó. Fuera del radar estaba “Sema” Velázquez, pero tuvo un regreso positivo y acumuló méritos para estar en próximos llamados. En resumen, Peseiro amplió su abanico de opciones para tener más profundidad de cara a unas triple fechas, donde las sanciones y el cansancio obligarán a hacer rotaciones.

 

El primero de los ratificados es Wuilker Faríñez, que sepultó cualquier debate sobre su titularidad por falta de regularidad. En la siguiente línea Luis Mago, habitualmente criticado, también mostró maneras, a pesar de venir de una larga inactividad. Sin mucho ruido, Junior Moreno y Cristián Cásseres Jr se consagraron en la adversidad. Con una gran labor para el colectivo apuntan a titulares en septiembre. Por último, Fernando Aristeguieta que portó la cinta de capitán con gallardía y fútbol. Le llovieron críticas por su falta de gol, pero en su ausencia ante Perú se vieron todas las virtudes que aportaba su presencia. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde,  dice el refrán.

 

Más allá de esos puntos individuales y lo que haya podido avanzar en la consolidación de un grupo unido, factor no menor en un camerino que en los últimos años las cartas han sido sinónimos de fractura, poco más se puede rescatar en lo positivo. Sin embargo, hay una realidad negativa que también invita a la reflexión: la pelota quieta. En tres de los cuatro partidos que disputó la Vinotinto recibió goles, ya sea en saques de esquina o faltas. Las pelotas cruzadas fueron causantes de citas en el cardiólogo durante todo el torneo. A pesar de la buena estatura de la zaga criolla.

 

 

¿Marca en zona, al hombre o mixta? Es una decisión de Peseiro, pero la que escoja, tiene que trabajarla. Venezuela se desangró en ese tipo de jugadas. Una selección que no está en capacidad de evitar un córner o una falta de costado, no se puede dar el lujo de ser tan frágil a la hora de defenderlos. Mientras que el Premundial tenía un gol en jugada y otros dos que derivaron de jugadas ABP, pero en este torneo se diluyeron las jugadas preparadas. Los únicos dos tantos fueron en jugadas, de resto los saques de esquina o faltas no significaron un mayor peligro para el rival. Salvo el cotejo ante Ecuador, que un saque cerrado de Cásseres pegó en el palo, pero al momento de repetir esa acción terminó en un contragolpe letal de los meridionales. En vez de agredir, en ese partido fue autoflagelarse. Errores inconcebibles a la hora de competir para un elenco con tan poco peso en las dos áreas.

 

 La única manera de darle continuidad a lo sembrado en medio de la improvisación son módulos en julio y agosto con los jugadores de la Liga FutVe, los que tuvieron minutos y los del vuelo a última hora. De resto la cara en septiembre cambiará mucho con los legionarios habilitados y en plenas temporadas europeas. El único paso adelante que pudiese dar la nueva Federación Venezolana de Fútbol es conseguir un amistoso fuera de la fecha FIFA que se juego con jugadores del patio. Pero es más sencillo que un arquero marque un gol maradoniano, antes que eso se concrete, a lo sumo amistosos con los clubes, como sucede en los módulos de las categorías inferiores. ¿Si consiguen el amistoso, así sea contra Aruba? Eso sí será una demostración de cambio, tanto en lo organizacional como en el músculo económico.