Los reclamos y dudas siempre serán válidos

 

“Mejor tarde que nunca”, reza un refrán. El pasado 30 de abril varios jugadores de la selección absoluta hicieron pública una carta en donde reclamaban unos premios prometidos por su actuación en el Mundial Sub-20 de Corea del Sur (2017). Se puede partir de la base, de la que nadie estará en contra, que estos atletas se ganaron esa bonificación con una gesta histórica y la Federación Venezolana de Fútbol está en el deber de honrarla.  La respuesta federativa fue: “Pese al bloqueo a Bandes, la FVF reconocerá premios a los subcampeones sub-20”. Como el reclamo es totalmente entendible, pero tampoco se puede crucificar a los que expresen dudas en torno al tema.

 

Más allá de las primeras dudas de: ¿Por qué tres años después? ¿Por qué unos firman y otros no? ¿Por qué la Federación no les resolvió el inconveniente antes? ¿Qué piensan los miembros del ejecutivo nacional, que fueron los que mandaron los premios? A parte de esas interrogantes surgen muchas más, que posiblemente nunca tengan respuestas. Que seguramente esa información se deba mantener en la interna del grupo.

 

En las Escuelas de Comunicación Social enseñan a dar respuestas y no preguntas al lector. Pero en este caso las dudas llueven. ¿Por qué mostrar que Jan Hurtado y Sergio Córdova no firmaron, mientras a Yeferson Soteldo no se nombra? ¿Estos jugadores de la selección absoluta consultaron a los capitanes (Tomás Rincón, Salomón Rondón y Roberto Rosales) sobre su decisión de hacer la carta pública? ¿Los jugadores se asesoraron para tomar esta decisión? ¿Quién los pudo asesorar y si sus intereses eran solo que se cobrara el dinero? ¿Era obligatorio crear la cuenta en Bandes y no había un proceso más expedito para facilitar el cobro? ¿El pago que se va a honrar con recursos de la FVF será en cuál moneda (bolívares, dólares, euros, etc)? ¿En medio de esta pandemia cuándo se ejecutará ese pago? ¿Por qué no se buscó la manera que todos cobraran al mismo tiempo y completo, como hizo el cuerpo técnico?

 

Las preguntas pueden continuar y muchas de sus respuestas capaz nunca salgan a la luz pública. La pregunta central: ¿Hacer pública la carta era la única manera de lograr el objetivo de cobrar? Si los jugadores agotaron todos sus recursos y no pudieron resolver puertas adentro. Se entiende. Si todos los jugadores de la selección absoluta estaban de acuerdo. Se entiende. Es su premio y tienen derecho a cobrarlo en cualquier momento. Pero ¿Qué pensará José Peseiro, entrenador de la absoluta?

 

Otro refrán dice que los trapos sucios se lavan en casa. El tema ha vuelto a traer ruido alrededor de la federación y los jugadores, hecho que se está haciendo común. Se habla de todo menos de fútbol. La última gran polémica fue el tema de Josef Martínez, lo cual el estratega portugués supo controlar. Varios jugadores de la selección han dado entrevistas para diferente podcast y han dado entender que ese tema está zanjado. Pero cuando aún quedaban leños con fuego, se prende otra fogata.

 

Para ir un Mundial debe haber una comunión entre tres entes: FVF, Jugadores y DT. Capaz en la interna puede haber mil conflictos, pero si da a conocer en la opinión pública, se hacen más complicados de resolver. Se espera que si se llega a ese punto de revelar un hecho sea un último recurso. Porque puedes tener un equipo lleno de figuras con un DT estelar, pero si falta la otra pata en ese trípode, todo se hará muy cuesta arriba. A pesar de las diferencias, debe prevalecer la unión. Esos tres ganan los partidos dentro y fuera de la cancha.

 

Luego estarán los fanáticos, que con bases pasionales apoyarán o criticarán, pero son ese jugador número “12” que da ese empujón en los partidos en casa. De último la prensa, que no mete goles, no decide alineaciones ni organiza logísticas, tampoco va al estadio para hinchar. Es solo un canal entre los protagonistas (jugadores, DT y FVF) y el fanático.

 

Lo que tienen en común esos cinco factores es que todos se ven beneficiados si Venezuela va a un Mundial. Por lo que todos concordarán en que la unidad debe ser la premisa principal para afrontar el Premundial, donde ahora la Vinotinto tiene jugadores referentes, pero el resto de los rivales también e incluso en mayor cantidad. Venezuela no se puede dar el lujo de regalar nada si no quiere esperar a 2026, cuando los cupos aumenten. Sería ideal que con las Eliminatorias en el horizonte la agenda la marque el fútbol. Con unas elecciones en la FVF también en el norte, no sé sabe si las noticias girarán a diversos temas, quedando el balón relegado.

 

El problema no es hablar de lo extra-fútbol, porque también es información. El detalle es cuando siempre es portada. En los últimos cinco años se han publicado varias cartas, ha habido muchas polémicas y se ha abierto un grifo de dudas que parece que ningún plomero ha podido arreglar. Pero la única certeza, tan cierta como que el sol sale todos los días, es que sin unidad Catar queda muy lejos. Y no solo en el aspecto geográfico.

 

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