Pamela Conti y el reto de la gestión del talento ofensivo en la Vinotinto Femenina

 

Luis Vílchez / @lvilchez8.- “Venezuela tiene muy buenas jugadoras en ataque y no las voy a quitar para defender. Si hacen un esfuerzo las atacantes, podemos defender bastante bien”, explicó Pamela Conti, luego de la goleada 6-0 ante Yaracuyanos, en el cierre de su segundo módulo en el año y el primero en su ciclo, que inició a finales de 2019. Con mucha pólvora en el frente de ataque, el reto de la DT italiana será gestionar todo ese talento sin que el equipo se descompense.

 

Una de las claves será el  “equilibrio”, el término más mentada en los cuatro minutos de comparecencia con los medios, que se pueden encontrar en la Vinotinto TV (canal de Youtube de la selección nacional).  “Busco siempre el equilibrio entre líneas. Como en la vida, todo tiene que ser equilibrado. No podemos atacar con ocho y defender con dos, o viceversa (…) Mi trabajo es darles las herramientas para que sepan lo que tienen que hacer cuando tengamos la pelota y cuando no”, comentó la seleccionadora.

 

Con una cara totalmente distinta a la reflejada en el Basque Country International Football Cup, donde el contexto y las bajas invitaron a juego más directo. En Caracas se vio una idea más acorde con el discurso de Conti, donde se buscó verticalidad combinada con un buen trato de pelota. Ante la falta de presión de las Colosas, las salidas en reposición desde el fondo siempre fueron elaborada y los trazos largos desde el propio campo no existieron. Ante la propuesta de encerrarse en área rival de las campeonas de la Liga FutVe Torneo Adecuación, comprensible por las diferencias de jerarquía, la labor de las guerreras fue generar amplitud y luego culminar por el centro. En ese requisito brilló la asociación de Deyna Castellanos como armadora y de Joemar Guarecuco por banda.

 

Pero desde la alineación también se reafirmó la idea con varias modificaciones en las posiciones naturales de las jugadoras, por más que la polivalencia es una moneda de uso corriente en el fútbol femenino. Todo inicio en la zaga, cuando la dupla de centrales son dos jugadoras habituales a la primera línea de volantes. Yenifer Giménez, tiene varios años que en selección y en clubes se ha desempeñado en la última línea. Pero Sonia O’Neill es más una volante “5” u “8”, pero tanto en el País Vasco como en Olímpico fue la encargada de darle salida al equipo desde el fondo. En el lateral izquierdo se desempeñaron dos jugadoras con perfil ofensivo como: Michelle Romero (titular) y Natasha Rosas. Por derecha dos centrales convertidas en lateral: Petra Cabrera (titular) y María Pereza. Ambas bandas tuvieron libertad para subir, aunque el rival también lo permitió con comodidad.

 

 

Uno de los puntos más interesantes fue la sala de máquinas con la presencia de Dayana Rodríguez y Lourdes Moreno. La primera hizo sus primeros pasos en el fútbol como delantero, pero por una necesidad en la categoría sub-17, poco a poco, se transformó en una volante mixta de buen trato de balón. Mientras que “Kika” es una “10”, retrasada a esa posición. En esas posiciones entraron Daniuska Rodríguez, otra jugadora muy creativa, y Maikerlin Astudillo, la de perfil más rompedor en esa zona.

 

Castellanos jugó en su posición natural como enganche, por más que el recuerdo en categoría menores la tengan en el imaginario colectivo como una centro delantera. La que sí fue la “9” del equipo fue Oriana Altuve, que trajo su racha de goles del Valencia y marcó un doblete (con cinco goles es la goleadora del ciclo Conti). Mientras que dos segundas puntas jugaron abiertas por banda: Gabriela García, izquierda, y Guarecuco, derecha. La primera marcó y constantemente enganchaba hacia adentro, muy similar a la labor de la debutante Bárbara Sánchez que despachó una asistencia. Mientras que la delantera de América de Cali alternó entre desbordar a línea de fondo o hacer una diagonal, al aprovechar que estaba en su perfil.

 

En el banco se quedó una opción muy potente como Paola Villamizar y una carta a futuro como Kimberly Campos. Pero dentro de esta convocatoria no estuvieron Ysaura Viso, Mariana Speckmaier, Bárbara Olivieri o Wilmary Argüelles. El desafió estará en trasladar la misma propuesta ante un rival que presione más arriba como los que encontrará en la Copa América. Conti es consciente de esa realidad. “Nos falta mucho para poder decir que esto es un equipo completo para ir al Mundial. Tenemos buenas posibilidades, pero necesitamos trabajar más”, expuso la DT, que entiende que es un proceso largo y tiene que consolidar el trabajo táctico que realizó en el CNAR de Margarita. En octubre tendrá un amistoso contra Ecuador, que servirá para afianzar su idea y lograr conjugar la mayor cantidad de talento ofensivo dentro del campo.