Tenderle la mano a Panamá

 

Vivimos una época difícil, donde se hace lo que se puede y no siempre lo que se quiere. Aunque muchas veces lo que se pueda sepa a poco cuando se tiene que contrastar con la nostalgia de la Venezuela de otrora, esa de la segunda mitad del siglo XX. Por esos días desfilaban mundialistas en el torneo local como: Pedro Pablo “Perico” León (Deportivo Galicia), Emilio “Cochoco” Álvarez (Valencia FC), Vladimir Popovic (Unión Deportiva Canarias) o Jairzinho (Portuguesa). De forma más reciente, pero sin tanto éxito se tuvo a Julio César Baldivieso (Caracas FC) y Álvaro Pereira (Estudiantes de Mérida). Sin embargo, la importación que está dando la hora en la Liga FUTVE desde hace una década viene de Panamá.

Un país caribeño e hijo de la Gran Colombia, con bastante influencia de los Estados Unidos. Sus ídolos vienen de la disciplina del guante y la pelota, con exponentes de la talla de Rod Carew y Mariano Rivera. En cuantas casas criollas no sonó, suena y sonará Rubén Blades, en especial, su disco titulado Siembra –recomiendo leer el hipervínculo con el trabajo de Prodavinci. Un destino donde casi 150 mil venezolanos han escogido destino para emigrar. Otros han ido a dirigir y han tenido éxito como: Enrique “Kike” García, Fran Perlo, Saúl Maldonado, Ángel Sánchez, Daniel Blanco, entre otros. Pero desde la irrupción de Luis Ovalle y  Gabriel Torres en Zamora se han vuelto un clásico. También se recuerda al DANZ de Edwin Aguilar y Rolando Escobar.

En la actualidad de los 15 equipos que conforman la Liga FUTVE solo siete no cuentan con panameños: Carabobo, Caracas, Metropolitanos, Angostura, UCV, Hermanos Colmenárez y Mineros de Guayana. Pero hay trampa en el dato, porque el “Ciclón Azul” apostó de entrada por Alexander “Makele” González, que fue mundialista sub-17 en 2011, y por Ángel Orelien, mundialista sub-20 en 2019. Luego se dio una desbandada de extranjeros en pleno torneo.

El líder indiscutible del campeonato tiene a Alfredo Stephens como uno de sus referentes en el ataque, que fue mundialista sub-17 en 2011 y tuvo minutos en el camino a Catar 2022. Su escolta, Deportivo Táchira, apostó por Jiovany Ramos, una garantía en la zaga, que también tuvo minutos en la eliminatoria camino a la pasada Copa del Mundo. Estudiantes de Mérida descubrió el valor de los panameños esta campaña con Ervin Zorrilla, uno de sus goleadores, que fue mundialistas sub-17 (2013) y sub-20 (2015). Entre los lanceros de Ortiz en Portuguesa están: Guido Rose, con la particularidad que no ha tenido acción a nivel de selecciones y que Gabriel Chiari un amistoso por allá en 2014; sin embargo, Azmahar Ariano sí jugó camino a Catar e incluso le marcó a Jamaica.

El subcampeón actual tiene hasta cuatro panameños. En el arco repescó a Orlando Mosquera, que está llamado a ser el dueño del arco de Panamá en la ruta a 2026. Sostuvo a Ivan Anderson, que no ha tenido tanto recorrido en la selección canalera, más allá de amistosos y unos Panamericanos. Pero Monagas se reforzó con dos mundialistas de Rusia 2018: Harold Cummings y Abdiel Arroyo, ambos con experiencia en la Copa América Centenaria. Zamora tiene a otro mundialista como Gaby Torres, aparte de Jorman Aguilar, mundialista sub-17 en 2011 y de Alejandro Yearwood, uno con un puñado de amistosos.

El recién ascendido Rayo Zuliano tiene entre sus filas a Ernesto Walker, mundialista sub-20 en Polonia 2019. Mientras que “Kike” García apostó a dos viejos conocidos de su Tauro: Richard Peralta y Jorge Gutiérrez, ambos con minutos en las eliminatorias para Catar. Si el lector está atento verá que se repite frecuentemente la palabra “mundialista”, ya sea en categoría adulta o en inferiores. Casi todos tienen un pasado de selección.

En Venezuela, donde tenemos una obsesión con ir a los mundiales y cometemos el pecado de mirar por encima del resto a muchas selecciones, tenemos que aprender de Panamá. Que estén en Concacaf no es una excusa y nadie asegura que Venezuela tendría mejores resultados si compitiera ahí, eso es una falacia. Los canaleros ya fueron a un Mundial absoluto: Rusia 2018. A la cita ecuménica ha ido en dos oportunidades: México 2011 y Emiratos Árabes Unidos 2013. En sub-20 hasta en seis ocasiones: Emiratos Árabes Unidos 2003, Países Bajos 2005, Canadá 2007, Colombia 2011, Nueva Zelanda 2015 y Polonia 2019.

Todos quisieran volver a la época de no hace mucho con importados de altísimo nivel de Argentina, Colombia o Uruguay. Pero la economía no da. La mejor opción de mercado ahora es Panamá, pero si seguimos estabilizados en el foso con nuestras finanzas como país y los canaleros siguen aumentando su caché, cuidado si llega un punto donde no se puedan traer futbolistas de ese país con roce de selección nacional. Los panameños se adaptan rápido a nuestra cultura, la Liga FUTVE les da exposición internacional con las CONMEBOL Libertadores y Sudamericana, aparte que rinden más que queso rallado.

Por lo antes expuesto, yo les tendería la mano. Buscaría que la Liga FUTVE también tuviese peso en el mercado panameño, porque ahí están varios de los jugadores de su selección. Haría intercambio entre los entrenadores. Buscaría torneos amistosos con la academia de Atlético de Madrid en Panamá. Incluso un torneo de pretemporada entre el campeón local de ambas naciones. Profundizar el scouting para pescar al mejor talento emergente de la tierra de Rubén Blades y que varios criollos no queden en el aire sin club. En estos procesos de reducción de equipos de primera división y segunda, en aras de mejorar el campeonato con la Licencia de Clubes, aunada a la incertidumbre del torneo reservas, se ve a un Oliver Cawthorne, ex Carabobo en Liga FUTVE Promesa, con Potros del Este.

Abrazarnos a Panamá futbolísticamente en estos tiempos convulsos. Dejar nuestra fascinación con Argentina, influenciada por el bombardeo mediático de ESPN. Lo más realista es seguir el ejemplo que dio Ecuador. Pero hoy por hoy no hay las bases ni los recursos para emular a los meridionales. Nuestra realidad, queramos o no, rima con los canaleros. El crecimiento de ambos es posible es cuestión de institucionalizarlo y tener una metodología, a nivel de ligas y categorías menores. ¿Por qué no en la selección nacional? Vienen de clasificar al final four de Nations League de Concacaf, junto con los tres gigantes de allá: Estados Unidos, Canadá y México. El cambio de estilo de juego entre Hernán “Bolillo” Gómez y Thomas Christiansen es para estudiar.

PD: Luego de la Pandemia, el mundo se ha terminado de volcar a estar interconectado por Zoom y otras aplicaciones. No es obligatorio realizar constantes viajes de Caracas a Ciudad de Panamá. Tampoco se está pidiendo que usen inteligencia artificial, cosa que ya hace el gobierno. Solo acercar posturas. Capaz es un fracaso rotundo y no pasa de un año sus alianzas, o quizás sale tan bien como el rendimiento de los panameños en Liga FUTVE y es un momento bisagra en ambos balompié.