Torneos en los que debemos ser anfitriones

 

El país aún tiene tatuada la sonrisa por la clasificación al Mundial sub-17. En el recibimiento de los muchachos, Jorge Giménez, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, le aseguró al colega Alfredo Coronis que le ofreció a Gianni Infantino, mandamás de la FIFA, a Venezuela como una opción para sustituir a Perú como sede de la cita ecuménica de fútbol campo masculino sub-17. Lo más seguro es que no quede en nada y el torneo recale en Asia, luego de que el sub-20 se le quitó a Indonesia y se le dio a Argentina.

Venezuela va a organizar un gran evento a inicios de 2024: Preolímpico, el segundo certamen en importancia de la CONMEBOL, luego de la Copa América. Sí, será la cita de mayor relevancia, desde la cita continental de 2007, en esta ribera del Arauca vibrador. Será la primera vez que la nación los organice. Se realizan cada cuatro años desde 1960, pero tuvieron una pausa en 2004. Se reiniciaron en 2020, en Colombia. La mejor actuación fue en suelo cafetero, pero en 1980, cuando se quedó en la cuarta casilla. Por el boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú, no fueron Argentina ni Perú, lo que hizo que la Vinotinto y los neogranadinos fueran a la extinta Unión Soviética. En Balonazos se reseñó esa historia con una entrevista a Manuel Plasencia.

Más que gastar energía en pedir un Mundial juvenil, lo que este servidor invertiría todos sus esfuerzos si tuviera poder de decisión en la Federación Venezolana de Fútbol sería en el Sudamericano sub-20 de 2025. La camada de los 2006 mostraron su valía en Ecuador al clasificar al Mundial sub-17, chamos de la jerarquía de: Juan Arango Tortolero, David Martínez, Maiken González, Leenham Romero, Lucciano Reinoso, Giovanny Sequera, Andrew Pereira, José Correa, Junior Colina, Santiago Silva, entre otros. Aparte de piezas que se perdieron por lesión como David Useche. A estos hay que sumarles a los 2005, que entrenan a las órdenes de Ricardo Valiño en el CNAR de Margarita. Entre los talentos a destacar están: Kervin Andrade, Leandro Rodríguez o Sebastián Castillo. Hay materia prima interesante.

La nación no organiza un Sudamericano sub-20 desde 2009, que inicialmente iba a ser en Perú pero al final recayó en la Tierra de Bolívar. El certamen se disputó en el Oriente del país: Maturín (Monagas), Puerto Ordaz (Bolívar) y Puerto La Cruz (Anzoátegui). De la mano de César Farías se logró la primera clasificación a una Copa del Mundo, fue la de Egipto y como herencia para la absoluta quedó Salomón Rondón, máximo artillero de la Vinotinto. Hacer el torneo continental en casa sería un plus para esta exitosa camada de talentos 2005-06, para por fin hilar una Copa del Mundo sub-17 con una sub-20. Eso no asegura nada en la absoluta, pero puede sembrar la semilla de una generación con mucho rodaje. Incluso luchar por el título continental, inédito en el balompié de campo masculino. Si le sumamos que 2025 es año de elecciones en la FVF, iniciarlo en ese escenario optimista sería una gran baza electoral.

Pero hay otro torneo por el cual abogaría con ahínco: la Copa América Femenina 2026. La propuesta de hacer un torneo continental cada dos años parece quedarse en el tintero, luego de la alianza con Concacaf y la invitación a la Copa Oro W 2024 de: Brasil, Colombia, Argentina y Paraguay. Sumarle que las amazónicas y las cafeteras irán a los Juegos Olímpicos de París en el mismo verano. La clasificación a la Copa del Mundo Femenina 2027, como es costumbre, se dirimirá en el torneo continental. Injusto, pero es la cruda realidad. Los países que han alzado la mano para tomar el testigo de Australia y Nueva Zelanda son: Brasil, Sudáfrica, Estados Unidos con México y una más ambiciosa: Alemania, Bélgica y Países Bajos. El 17 de mayo de 2024, la FIFA tomará la decisión final.

Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL, hizo oficial que el ente rector del balompié sudamericano apoyará la candidatura de Brasil. Entendiendo que las sedes de las Copas Américas Femeninas se eligen tarde, a veces muy tarde. Si las amazónicas quedan seleccionadas el próximo 17 mayo de 2024, desde el 18 de ese mes muevo mar y tierra por organizar esa Copa América. Hay que recordar que desde esta edición aumentaron los cupos en los Mundiales Femeninos, son tres directos y dos de repechaje. La Canarinha siempre gana el certamen continental y solo una vez quedó segunda (2006, que cayó ante la Albiceleste en suelo argentino, con un plantel mercado, luego fue subcampeona del planeta). Esa tónica no parece cambiar.

En criollito, si la FIFA mantiene la misma cantidad de boletos: del segundo al cuarto van directo. Mientras que el quinto y el sexto irían a repechaje. Venezuela viene de quedar sexta en Chile 2018 y Colombia 2022. Si de la pasada convocatoria de Pamela Conti sacamos a Yusmery Ascanio, que no vio minutos, el promedio de edad de la Vinotinto fue de 24,75 años. Hace poco se ganó una medalla de oro en los Juegos Odesur –no participaron Colombia y Brasil, que representaron a CONMEBOL en el Mundial sub-20. En los amistosos ante Argentina se vio el debut de Marianyela Jiménez, entre otros jóvenes talentos. Para 2026 debería llegar una selección mucho más hecha y con el sello de Conti, ayudada por Vincenzo Conti en la sub-17 y Andrea Fabri en la sub-15.

En el fútbol no siempre 2+2 da cuatro. Sin embargo, da la intuición que no debería retroceder del sexto lugar y que no sería descabellado optar por una cuarta plaza. Por eso si la cita ecuménica es en Brasil, al igual que las eliminatorias rumbo a 2014, la Vinotinto tendrá una oportunidad de oro para ir un Mundial adulto, el primero de Deyna Castellanos y compañía. Sin contar, que con el antecedente del Sudamericano sub-17 de 2016, que habría llenazos para ver esta selección femenina, indiferentemente de donde sea la plaza.

El Preolímpico es un gran premio para una FVF bien rodeada. En sus primeros 100 al mando recibió a Gianni Infantino y tras un año de gestión a Alejandro Domínguez. Casi nada. Pero si logran traer el Sudamericano sub-20 de 2025 o la Copa América de 2026 –sobre todo si Brasil es sede del Mundial 2027– será un golazo del ente rector del balompié criollo.

PD: Disculpas a la gente del futsal que bramarán porque se pida la sede las eliminatorias de futsal 2024, para darle continuidad a los mundialista de Lituania. Por su parte los del fútbol playa dirán que se solicite el clasificatorio a la Copa del Mundo 2025 en las Seychelles, para recuperar el espíritu de Rávena 2011. Estas peticiones también son sumamente válidas.