Habla el Árbitro…

En la columna anterior, hablamos de los elementos que están presentes en la preparación física y mental de un Árbitro, para dirigir un partido de Fútbol, ahora bien, al hacer la evaluación del comportamiento arbitral, durante la recién finalizada Copa América Centenario, particularmente a excepciones que explicaremos más adelante, el desempeño arbitral estuvo por encima del promedio, en especial en estos eventos, que tienen la particularidad de contar con gran apoyo tecnológico (hasta 20 cámaras por partido), para ver desde diferentes ángulos una misma jugada y de igual manera, el impacto que produjo la incorporación de modificaciones al reglamento, implantadas por la International Board, a partir del 1° de Junio.

En este sentido y antes de entrar a desmenuzar los detalles de la evaluación arbitral en esta Copa, es importante destacar, como funciona la mecánica de nombramientos en este tipo de campeonatos, comencemos por decir, que la Comisión Arbitral, “garantiza”, por lo menos un encuentro a cada uno de los Árbitros invitados, con la intención de evaluarlos en una competencia de alto nivel y preparatoria a un Mundial de Fútbol, debemos entender, que siempre existirán Árbitros, mejores calificados, entre otras razones por dirigir en campeonatos más competitivos futbolísticamente hablando. Por eso vemos como los Jueces de las naciones que conforman el cono sur, son designados para los juegos, de mayor envergadura, pues se supone, que en esos países, está más arraigado este deporte.

En este orden de ideas, vimos un cambio generacional, en donde árbitros referentes de este lado del mundo, tales como el argentino Pitana, el brasilero Ricci, el Chileno Osses, el ecuatoriano Vera, que tuvieron actuación en el Mundial de Brasil 2014, fueron sustituidos por otros compatriotas, que conforman ese uno-dos; de la élite arbitral, sólo el colombiano Roldán y el salvadoreño Aguilar, de actuación mundialista, hicieron acto de presencia, es decir, se le dio oportunidad a un nuevo grupo, obteniéndose resultados bastante aceptables, con buenas evaluaciones, con un personal que demostró, haber realizado unas lecturas previas de los partidos de manera acertada, una buena ubicación en la cancha, muy cerca de la jugada y profundizando la diagonal, una muy buena aplicación del reglamento y mostrando las tarjetas en los momentos correctos. Pero también, hubo juegos en los cuales los árbitros cambiaron la historia del partido, destacándose entre ellos, tres jugadas que fueron claves para el resto del torneo; comencemos con el Chileno Julio Bascuñan, quien dirigió el partido Brasil vs Ecuador, en ese encuentro, Ecuador consigue un gol que fue invalidado por el Juez Principal, pues en jugada previa, el primer Asistente, levantó la bandera y marcó un saque de meta, invalidando así, el posterior tanto marcado; aquí hay tres detalles a destacar: primero el Juez de línea, estaba aproximadamente a 50 metros del lugar, donde sucedió la jugada, por eso es imposible, que haya visto si el balón traspasó completamente la línea de meta; segundo el Principal en una jugada que se entiende la debe manejar él, pero por estar lejos de la jugada, no le quedó otra que apoyarse en el Asistente y reafirmar el error y tercero, el no tener la aprobación del apoyo tecnológico, para verificar este tipo de jugadas, hizo que invalidaran un gol, que fue legítimamente conseguido por el equipo Ecuatoriano.

Otra Jugada emblemática y que cambio la historia de un juego, fue la del Árbitro norteamericano Jair Marrufo, quien en el partido Chile vs Bolivia, pita un penal a favor de Chile, en el tiempo adicionado, que no existió, porque aunque se cumplió con lo estipulado en el reglamento, que indica que mano en el área, es penal, pues, explico y aclaro, no todas las manos en el área son penaltis y en este caso, el jugador Boliviano, protegiéndose sus partes nobles, el balón centrado por un jugador Chileno, va en dirección a la mano, radicando ahí el criterio, que se debe aplicar, de acuerdo a los Lineamientos de la Comisión Arbitral de FIFA; en la cual indica que cuando la mano va al balón, se desvía su trayectoria y hay intención de jugarla, cuando se cubren esos preceptos, se debe pitar el penalty; pero no aplica para este caso, en donde se ve claramente como la pelota va a la mano, el jugador no tiene intención de jugarla ni de sacar ventaja; muchos podrían decir, que esta jugada metió a Chile en la final; pues un equipo que estaba desdibujado, en esta etapa del torneo, después de este triunfo se rearmó y ya ustedes saben el resto.

Pero quizás la más clara y en donde el Árbitro, presentó mayor confusión, fue en el juego Perú-Brasil, una mano clara y evidente del jugador peruano, le permite conseguir un gol que fue validado por el Juez Principal, el Uruguayo Andrés Cunha; en una jugada en donde estaba bien ubicado a la cabeza del área, fue de los pocos que no la vió y eso es válido, pero si le agregamos que su Juez de Línea, tampoco se percató, esto hizo que se generará una confusión de tal magnitud, que duró entre 6 y 7 minutos, muchos argumentan, que estaba ganando tiempo, mientras buscaban apoyo en la tecnología, es decir, que el cuarto árbitro, le indicara el resultado de la jugada, si fue o no mano, pero debemos recordar, que la misma, tal como hemos hablado en entregas anteriores, no está autorizada aún por FIFA, por lo que las repeticiones no fueron posibles, sino hasta el momento cuando Cunha, ratifica el gol y se va al centro de la cancha, ahí se vio en el propio stadium el error, que le permitió a Perú, pasar a la instancia siguiente de la copa.

En este orden de ideas, no podemos pasar por alto, la actuación del Brasilero Heber Lopes, en la final; este Árbitro; que ha venido teniendo participaciones de manera continua en finales de copa libertadores y suramericana, en los últimos años, ya había pitado en este torneo el 2-1 de Colombia vs Paraguay y el 7 a 0 que Chile le depositó a México, parecía una vez eliminado Brasil, el indicado, para esta final; debemos dejar claro que pitar una final, no es tarea fácil; pero un exceso de protagonismo y de diálogo, dejarse presionar por los jugadores de ambos equipos, aunado a estar muy lejos de la jugada, en los momentos claves, hizo que el partido se le escapara de las manos y los jugadores ante su incapacidad para pitar las faltas, aumentaron el rigor de las mismas y después de haber expulsado a un jugador por bando, fue quizás, cuando más se vieron faltas que ameritaban la tarjeta roja directa, como en los casos en donde los argentinos, Biglia y Funes Mori, practicaron el juego brusco grave.

Para finalizar, quiero destacar la actuación de los árbitros venezolanos, esta vez representados por José Argote como juez Principal y quien estuvo acompañado por los Asistentes, Luis Morillo y Luis Sánchez, nuevamente dejaron el alto nuestro arbitraje, aunque sólo actuaron en el juego Colombia-Costa Rica, siendo muy bien evaluados, demostrando Argote, una vez más, una excelente condición física, lo cual le permite estar muy cerca de la jugada, para tomar las decisiones más acertadas, desde el punto de vista reglamentario y disciplinario; las compensaciones, por esta actuación, fueron discriminadas de la siguiente manera: en tres de oportunidades actuó como cuarto árbitro y Luis Sánchez, trabajó como segundo asistente en el partido, para definir el tercer lugar; es decir, estas capacidades no fueron potenciadas en este torneo y aunque nuestra Federación, no es la encargada de designar a los árbitros a ese nivel, si puede hacer “lobby”, para que sean tomados en cuenta con mayor frecuencia, esto sin duda, demuestra el poco peso, que seguimos teniendo, a la hora de defender nuestros Árbitros.

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