César Farías (Parte II): “Parece que los centrales ahora tienen el número 10 en la espalda”

 

Luis Vílchez / @lvilchez8.- La figura de César Farías no necesita mucha presentación. Actual director técnico de la selección de Bolivia y artífice de muchos hitos con la Vinotinto. Su 2020 inició con la satisfacción del Preolímpico y cerró con punto histórico en Asunción, luego de perder los primeros tres partidos (Brasil, Argentina y Ecuador) en el Premundial.

 

El estratega habló con Balonazos sobre su actualidad, su paso por el fútbol venezolano, el análisis de las eliminatorias, los avances del combinado patrio, su proyecto en Bolivia, entre otros temas. Una conversación rica en conceptos y anécdotas. Este texto más que una entrevista es una ventana a la forma de pensar de un Farías más maduro y reflexivo. Por ende, es un documento largo que se divide en cuatro partes.

 

En esta segunda entrega el entrenador profundizó sobre la necesidad de contar con centros de formación para los entrenadores. La presión que ha vivido a lo largo de su carrera. Asimismo, opinó sobre el rol que tienen los medios de comunicación en la percepción de los entrenadores sureños. Resaltó la importancia de que los entrenadores sudamericanos generen literatura de fútbol. Mientras que en su análisis del Premundial rumbo a Catar señaló los errores más comunes y su visión de que ninguna selección está consolidada.

 

¿Siente que, de aquí a cinco años o una década, al estar en el anonimato, más de uno se va a sorprender con los entrenadores venezolanos que van a salir? O por las carencias en el Colegio de Entrenadores, situación país, el nivel del torneo… 

Ya va, no estoy diciendo nada en contra del Colegio de Entrenadores, al final es un gremio. No tiene ninguna responsabilidad de nada. Aquí realmente el tema es que no hay centros de formación de entrenadores. No sé qué pasó con la FEDA, por ponerte un ejemplo. El Colegio es un gremio que ayudó a la formación de muchos entrenadores, entre ellos yo, que soy un producto ellos. Más bien el gremio nos ha ayudado muchísimo y lo poco que teníamos era gracias ellos. Ninguna universidad peleó con el Ministerio de Educación para que dejaran que (ser entrenador de fútbol) fuese una carrera profesional como hay en otros países, que tenga el aval universitario. El fútbol necesita un equilibrio entre la experiencia y el aula.

Cuando comencé esta carrera, me tocó irme a España y veía como llegaban entrenadores de América, entre ellos conversé con (Javier) Aguirre. Lo que sucede es que España tiene muy buena formación de entrenadores, pero terminan de formarse y no tienen dónde dirigir. Cuando llegan a dirigir no tienen camerino, no tienen esa experiencia. Los jugadores que se están retirando, tienen ese camerino, pero no tienen esa formación metodológica y se chocan con esa realidad. Necesitas tener el balance de las dos cosas. Al no tenerlos, ¿a dónde apuntas? A los entrenadores que han aguantado mucha presión: (Manuel) Pellegrini, que fue campeón con River Plate o (Javier) Aguirre que dirigía la selección de México. Entonces los traigo. Ese es el mecanismo para entrenar en Europa, alguien que pueda soportar toda esta presión y lo buscan en donde el fútbol es una pasión

Pongo mi ejemplo, lo que a mí me ha tocado soportar afuera, no se lo imaginan, tienen que venir a vivirlo. Que te digan: “venezolano de mierda, no tienes ni papel tualé”, en cada estadio. Que veas que en cada entrevista a una figura futbolística digan que nosotros lo que sabemos es de béisbol. Descalificativos de cualquier tipo. No me he prestado a responder eso, porque nosotros demostramos trabajando. Lo cierto es que yo salí de la selección y no he vuelto al país, sigo entrenando afuera y con posibilidades de trabajo. Porque tengo una experiencia que no es fácil conseguir y con una energía parte de la juventud. Eso me lo dio: la liga venezolana, la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, la selección mayor y juveniles.

Después empecé a rodar en el fútbol. Pude dirigir una Concachampions y llegar a semifinales, además de entrar en una liguilla del fútbol mexicano. Pude ir a la India en el momento top, que estaban llevando tantas figuras, fue una experiencia maravillosa y dije que voy a volver en algún momento. Se me han presentado tres oportunidades de regresar, pero no he tenido la disponibilidad. La oportunidad de dirigir una selección de Sudamericana. Todas son cosas inéditas. ¿Quién iba a pensar que un muchacho de Güiria pudiera llegar a hacer todo eso? Hoy aprendí a disfrutarlo, a callar y seguir adelante. Esto es dedicación, esfuerzo, estudiar todos los días y soportar barbaridades. Los venezolanos nos vemos expuestos a muchas cosas, no solo a nuestra crisis y nuestra realidad país hoy, sino la situación de que no tenemos la chapa de otros. La chapa que otros ganaron deportivamente con el tiempo, que hay que sumarle la chapa publicitaria. Eso es una realidad del tamaño del cielo.

En ningún momento iba a ir a Botagofo, más allá de que vino con una propuesta oficial. No iba ir porque tengo un compromiso acá, más allá que no había presidente, más allá que la situación estaba bien difícil y que parecía una salida decorosa. Sé lo que vale la eliminatoria sudamericana y es un nivel en el que solo hay 10 entrenadores. Hoy tengo ocho años de selección y voy al noveno. A eso hay que sumarle que prendes el televisor y te hablan de entrenadores que parecen astronautas, eso es porque tienen una publicidad diferente. Es lógico porque no tenemos cadena televisiva en Venezuela. Como me dijo una vez (Francisco) Maturana: “Usted tiene un compromiso de marcar una apertura para el entrenador venezolano. Si hacen bien las cosas pueden marcar una era como la marcamos nosotros”. Y es verdad. Los entrenadores que vinieron detrás de Maturana tuvieron ese privilegio, que les pudo dejar muchas cosas. Un legado importante.

Fueron los “Bolillo” (Hernán Gómez), (Luis Fernando) Suárez, (Jorge Luis) Pinto, (Reinaldo) Rueda, (Carlos) Restrepo, que se les abrieron las puertas. Hoy te pones a ver y te aseguro que hay más entrenadores venezolanos de ahí para abajo, porque ellos (los colombianos) se presentaron con lo mismo. No tienen donde formar a los entrenadores. Hay un momento en el que en Venezuela va a pasar si no tomas medidas para el desarrollo y si no los exportas. Un entrenador que se queda en la liga también tapa a otro. Imagínate que Richard (Páez) y yo estuviésemos en la liga, estaríamos tapando a otros entrenadores, para poner un ejemplo. Hay una tendencia de traer un europeo, también estás tapando. No estoy diciendo que esto no pueda ser así. Sí es así, son circunstancias que se presentan. Lo que digo es que hoy se abre la puerta de esto para entrenadores que están llegando con buena edad.

Un entrenador de 40 años es joven. Los 50 años es una buena edad, está comenzando la parte importante de su carrera. Otro ejemplo, revisa cuántos años tienen: Queiroz (67 años), Tabárez (73 años), Rueda (63 años) o Alfaro (58 años). Los entrenadores venezolanos deben tener un optimismo muy grande, de saber que tienen posibilidades de crecimiento y desarrollo. Lo que sí deben tener es autenticidad y entender que el fútbol no son solo redes sociales. Al final los libros los escribe una persona, algunos con mucha experiencia y otros no. Un libro lo publica cualquiera, que no solo que tenga la verdad del hecho.

Hay entrenadores con la obligación de empezar a escribir sobre fútbol como: Maturana, (Gerardo) Pelusso, Rueda, Tabárez, (Sergio) Markarián, (José) Pékerman y así te puedo nombrar 10 más. No se pueden llevar a la tumba su conocimiento, tienen que empezar a sacar todo lo que tienen y no lo hemos hecho en Sudamérica. Aquí hacemos solo libros de historia. Qué triste que Lino Alonso, que se fue más joven de lo que pensábamos, no haya dejado un manual de cómo se trabaja y se conforma las selecciones menores de un país no futbolero. Para aquel momento, porque Venezuela hoy ya es un país futbolero, pero en esos tiempos era muy diferente.

Es difícil entrar en el circuito de selecciones, se hace con capacidad y experiencia. Pero hay una realidad, ¿Cuántos entrenadores argentinos hay en la eliminatoria? Tienes un 40 % de ellos, que son capaces, porque no me estoy metiendo con ellos por eso. Tengo muy buena relación y respeto con todos, pero sí tienen una facilidad que les da su microclima, aparte de toda su capacidad y su experiencia. Tienen los medios que se ven en toda América y después los dueños de las empresas de los derechos de transmisión normalmente son de ellos. Eso tiene una influencia muy grande. Aquí dirigieron varios argentinos a la selección de Bolivia. Más allá de eso, Uruguay tiene una autenticidad y un gran microclima de fútbol, también por su cercanía y por haber sido parte del virreinato del Río de la Plata. Sus costumbres y cultural le dan un impulso. Del Río de la Plata hay cinco entrenadores, son el 50% de los entrenadores de Sudamérica en este momento.

 

 

Usted está en ese circuito de entrenadores de selecciones y conoce el Premundial desde adentro. ¿Qué tipo de eliminatoria será esta rumbo a Catar 2022, con la pandemia de por medio? ¿Qué fútbol veremos con estos condimentos atípicos?

Pude revisar los partidos con más calma, más despojado de la presión y el estrés que genera. Antes decía que no tenía ninguna presión, porque me sentía muy bien, pero no me daba cuenta. Después que terminan los partidos te das cuenta. “Oye porque me duele la espalda” o “por qué estoy tan casando”, cuando te paras al otro día [risas]. Hasta que un médico me dijo: “Profe usted no se da cuenta, porque está acostumbrado a vivir bajo presión”. Pero todos tienen presión y siempre va a existir, el tema es convivir con ella.

En estos días de tener la tranquilidad y de analizar los partidos, hay una tendencia de lo que te estoy diciendo al principio, la gran cantidad de partidos que se perdieron en salida. Parece que los centrales ahora tienen el número “10” en la espalda, que el volante “5” tiene el “10” en la espalda, y sobrecargamos el juego en ellos. Los rivales también se preparan, estudian, te presionan en esa zona. Lo mismo con los laterales, después te doblan la banda y no te dejan fluir por los costados. Cuando la pelota entra a la banda y no puedes penetrarla, tienes que sacarla rápido, pero a esto súmale que la metodología hoy en día es todo cortico, todo espacio reducido, pero sin sentido. Yo creo en los espacios reducidos cuando tiene propuestas tácticas, cuando tiene objetivos claros a gol. Las aperturas en la cancha son necesarias.

Otro tema viene el jugar con número impar y no desarrollan duplas. Nunca se le dio el mérito a (Franklin) Lucena que tenía en la selección. Cuando Tomas (Rincón) jugó sin Lucena, prácticamente nunca ganamos un partido. Cuando se le consiguió el compañero a Tomás, a partir de ahí le ganamos a Ecuador y empezamos a ganar partidos. Esto no es decir que Tomás no puede, claro que puede. El tema es que desarrolló un socio. Nosotros pensábamos en las sociedades. A mí me da mucha risa cuando dicen que Josef (Martínez) y Salomón no pueden jugar juntos. Lo pusimos en el partido contra Paraguay cuando Josef no jugaba y tenía 19 años. Lo llevamos y lo entrenamos en Puerto La Cruz. Estuvieron en ese partido y terminaron jugando la eliminatoria.

Una de las fortalezas que tuvimos en la Copa América (2011) es que desarrollamos duplas, como las de Salomón, “Miku” (Nicolás Fedor), Giancarlo Maldonado y Alejandro Moreno. Alejandro recogió una cantidad de faltas, jugaba y corría para abrirles espacios al compañero. Recuerdo una charla con (Diego) Forlán en los premios The Best y me hablaba de cómo él trabaja para (Luis) Suárez, (Edinson) Cavani y el “Loco” (Sebastián Abreu). Él les decía: “Aguántame. No para que me la des, sino que te abro el espacio”. Hay muchas veces que el fútbol se ve con la pelota y hablan de eso, porque se ha metido en las redes sociales. Pero el fútbol tiene una cantidad de movimientos sin la pelota muy grande. Rompimientos y de limpiar la zona. Un toque en corto junta gente, dos juntas más. En un fútbol con tanta presión, cuando la llevaste, uno, dos o tres te vienen a presionar el contrario, tienes que limpiar la zona e ir al otro costado.

Hay que ver las características de los jugadores que se tienen. Nunca hablo de la selección, pero la veía al otro día y cuando Salomón tiene un compañero es impresionante. Se desprendía Yangel (Herrera) y le bajó tres pelotas de cabeza para Salomón. A Colombia le ganamos con dos atacantes muchas veces, teníamos preparados dos duplas. Arrancaban unos y cerraban otros. Se hablaba mucho de la defensa, pero nuestra defensa era desde arriba. Pero una mentira dicha mil veces se convierte en verdad. Nosotros no teníamos ningún interés en cambiar eso, sino en crecer y desarrollar. Sabíamos que el fútbol tiene esas cosas. El partido contra Paraguay terminamos con tres atacantes, nosotros muy pocas veces jugamos con un solo delantero.

Cuando agarramos la selección se había retirado Ruberth Morán y “Cari Cari” (Daniel Noriega). Teníamos que hacer delanteros, porque Giancarlo (Maldonado) estaba en muy buena forma, pero venía de una operación. Al principio nos echó una mano “Pequeño” (Alexander Rondón), hasta que apareció Alejandro (Moreno), luego llegaron Salomón, Josef y “Colorado” (Fernando Aristeguieta). Pero que diferente se vio la selección ahora con Salomón. Son cosas que nada más hablamos desde el punto de vista de gustos o de estética, pero para la competencia es diferente.

Cuando veo (la eliminatoria) todos cometemos errores, incluidos nosotros, en lo simple. Antes te decían no juegues por dentro y hoy somos repetitivos con eso. Es más importante ganar la segunda pelota en un despeje, que la primera. A los volantes de primera línea quiero decirle que no vayan a arriba a disputar, que lo están protegiendo desde atrás, que mejor incomode al que va a saltar. Lo mismo cuando entran al área, no veo que se abra la mano para detener a nadie, sino que van y hacen falta. Entender que no te tienes que barrer. El otro día vio un penalti en una barrida y con ese penal perdieron el partido, y digo: “¡Qué barbaridad!”. Hemos perdido los conceptos que teníamos en Sudamérica de detalles finos. Que tú dices que no puede ser. Esto era nuestra autenticidad y hemos perdido esto.

Después podemos hablar de la Colombia de Italia 90, que se jugaba a otro ritmo, pero tenían al “Pibe” Valderrama. No todo el mundo tiene al “Pibe” Valderrama, un jugador con una capacidad de primera intención de hacer jugar y hacer funcionar una orquesta. Hoy tienen otro estilo, más europeizados sus jugadores también. Esas cosas traen una confusión, por lo mismo que estoy diciendo al principio. Ninguno hoy tenemos una selección consolidada. Estamos dentro de un tema que a nadie le pasó, que es una pandemia y que el fútbol se parara tanto tiempo.

Te digo más, ayer (domingo 29 de noviembre) veía el partido de Bolivia y veía cosas muy similares a la que hicimos contra Haití, de los tres partidos de preparación que tuvimos nosotros. Para algunos será un chiste, pero nosotros para preparar el partido contra Paraguay revisamos lo que hicimos con Haití, lo trabajamos en la semana y lo plasmamos en Asunción. Nos dio resultados. El asunto es que Haití tiene un técnico francés (Marc Collat), que juega muy similar a lo que hace el “Toto” (Eduardo Berizzo), que jugó y entrenó en Europa, y hace cosas de (Marcelo) Bielsa.

Tuvimos esos tres amistosos (Ecuador, Venezuela y Haití) y nada más porque se paró el año. Los otros tampoco pudieron hacer nada, porque el año fue muerto. Esto te lleva a que los seleccionados no están armados totalmente. Hay unos que llevan un poco más de tiempo. Con el mismo Brasil dices que ya no tiene el lateral derecho capitán y campeón de la Copa América, Dani Alves. Cuando vas revisando tienen jugadores que no estuvieron en la Copa América y es normal que tenga un cambio de ciclo, porque hay jugadores que llegaron al tope de la edad. ¿Los resultados te dan tranquilidad? Sí. Pero en una doble fecha cualquiera que suma seis o cuatro puntos, otra vez se mete en la pelea. El que no sumó en una doble jornada parece lo más difícil.

Bolivia ya jugó contra los cuatros que están de primeros, entre ellos Brasil y Argentina. Con todas las trabas que no estaban los mismos jugadores para los primeros dos partidos. El encuentro anterior te da una enseñanza y si lo sabes utilizar, la plasma rápidamente. Estamos necesitando partidos y vamos a jugar muchos el año que viene. Por eso hablo de un año interesante para todos. El que lo sepa aprovechar mejor va a sacar una consolidación para la selección.

 

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