Con la mente en el espectador
Con la mente en el espectador.- A la iniciativa de la Copa Rey de Marcas se le unió la idea de reactivar el Juego de Estrellas. En el Olímpico se disputará la primera edición bajo la tutela de la Liga FUTVE. Nicolás Fernández de Caleya pisó fuerte en su llegada a la Quinta Chirimena. ¿El objetivo? Hacer rentable el producto. Entre tantas crisis, casi que es un milagro que el balón ruede en canchas profesionales. Casos como el de Mineros de Guayana son una alarma. Que el campeonato se dispute se entiende desde el esfuerzo de los dueños de rascarse el bolsillo. Pero no es viable en el tiempo.
Es menester que la Liga FUTVE transforme el balompié criollo en un producto autosustentable. Para eso este par de iniciativas que buscan comercializar mejor la marca. Darle otro empaque y prestigio al fútbol venezolano. Todo pensado en el espectador. ¿A quién no le gustan los penales? En todas las canchas los aficionados se quedan pacientemente esperando al ganador de la Copa Rey de Marcas. Más allá de la lamentable lesión de Luis Romero (Academia Puerto Cabello), a nivel de atención ha cumplido. Marcas como: Marriott, Banco de Venezuela, Micaela, Traki y La Vinotinto.
La siguiente prueba de fuego es el Juego de las Estrellas. Ver la recepción de los aficionados en la capital y de las marcas. Si todo va sobre ruedas, será otro gol de la nueva dirigencia de la Liga FUTVE. En esta etapa de transición da la sensación que muchas ganas de hacer todo bien, pero también prisas. La situación del país no ayuda y es apremiante. El retroceso económico lo explica de manera magistral Luis Carlos Diaz en la siguiente publicación en X. Obviamente hay una etapa de ensayo y error. Lunares naturales en este proceso.
Pero se aplaude la intención, pero se debe exigir que con el pasar de las semanas se suba la vara. Que no pare la senda del crecimiento. No es atacar arteramente y decir que es una copia de la Kings League. Pero tampoco decir que es una maravilla. El espectador no es tonto. Si se le habla de forma diáfana a ese hincha se va a subir al barco. Van a agradecer tener una opción diferente de entretenimiento en una nación en la que las preocupaciones nos taladran los pensamientos. Hay que desconectar para seguir y el fútbol ofrece una opción de ocio, aparte de que se juega todo el año.
El choque entre criollos y extranjeros va a aglutinar lo mejor del balompié nacional. Tendrán conciertos y diferentes actividades. Se entendió que el partido no inicia con el pitazo del árbitro, sino muchísimo antes. También se televisará para todos esos coterráneos que tuvieron que hacer maletas para buscar un mejor porvenir. No se tiene una esfera de cristal para saber si será un éxito rotundo el Juego de las Estrellas o será un debut y despedida. Lo cierto es que es otra iniciativa que piensa en el espectador para buscar comercializar el producto. Eso se valora de forma positiva. Lo más sencillo es quedarse de brazos cruzados y dar un rosario de excusas.
Este es un año para preparar la tierra y sembrar. No hay que esperar resultados contundentes ni que cambien la realidad del fútbol nacional. Pero si pequeños pasos firmes hacia la sustentabilidad. Rememos hacia el mismo lado, despojados de filias y fobias. Sin criticar por criticar, y, mucho menos, aplaudir por aplaudir. El hincha lo sabrá apreciar y será un gol que gritarán todos los venezolanos.
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